
La arquitectura neo-andina, liderada por el arquitecto boliviano Freddy Mamani Silvestre, representa una fusión vibrante entre las tradiciones indígenas de los Andes y la modernidad urbana. Este estilo singular ha transformado el paisaje de El Alto, Bolivia, desde los años 2000, destacándose por sus colores intensos, formas geométricas audaces y una profunda conexión con la identidad cultural aymara, pueblo indígena de los Andes.
Nacido en 1971 en la comunidad aymara de Catavi, Freddy Mamani comenzó su carrera profesional como asistente de albañil. Posteriormente se graduó en Ingeniería Civil en la Universidad Boliviana de Informática. Aunque no tiene formación académica formal en arquitectura, Mamani desarrolló un estilo propio que refleja el ascenso de una nueva clase media indígena en El Alto, una ciudad que hasta entonces era monocromática, pero que ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas.
Sus referencias e inspiraciones se basan en la estética local de sus ancestros: “Mis obras incorporan formas e ideas de la arquitectura utilizada en la antigua capital imperial de Tiwanaku. Quiero rescatar esta estética con elementos contemporáneos.”
La arquitectura neo-andina, también conocida como “cholet”, se caracteriza por edificios de 3 a 7 pisos que combinan residencias, espacios comerciales y salones de fiesta. El término “cholet” es la combinación de “cholo” (término que se refiere a indígenas o mestizos) y “chalet” (casa europea de campo), reflejando la fusión de influencias culturales.
Estos edificios se destacan por sus fachadas psicodélicas, que incorporan elementos del arte textil aymara, como los aguayos, tejidos tradicionales con patrones geométricos y colores vibrantes. Tanto los colores de las fachadas como de los interiores están inspirados en los tejidos creados y usados por mujeres aymaras, quienes representan el 75% de la población de El Alto.
Los interiores de los cholets son igualmente exuberantes, con formas arquitectónicas inspiradas en sitios arqueológicos precolombinos y elementos de la naturaleza, como flores y montañas. El uso de espejos, candelabros e iluminación LED crea espacios con una estética futurista y festiva.
Más que residencias o espacios comerciales, los cholets representan un símbolo de orgullo cultural y movilidad social para las comunidades aymaras. Al incorporar elementos tradicionales en un contexto moderno, Mamani creó un lenguaje arquitectónico que desafía normas establecidas y promueve la visibilidad de la cultura indígena en entornos urbanos contemporáneos.
El trabajo de Freddy Mamani ha obtenido reconocimiento internacional, siendo presentado en exposiciones y publicaciones especializadas en arquitectura. Ha construido alrededor de 70 edificios en El Alto y más de 100 en toda Bolivia. Su obra atrae turistas de todo el mundo, impulsando el turismo local y consolidando la arquitectura neo-andina como un referente cultural.
Para explorar mais sobre o trabalho de Freddy Mamani e sua contribuição à arquitetura contemporânea, é possível assistir a vídeos e documentários que oferecem uma visão aprofundada de sua abordagem e impacto.
Para explorar más sobre el trabajo de Freddy Mamani y su contribución a la arquitectura contemporánea, videos y documentales ofrecen una visión profunda de su enfoque e impacto.








