Una mezcla de leyenda, música y religiosidad, el Bumba Meu Boi es una de las fiestas más expresivas de Brasil y Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El Bumba Meu Boi es una de las expresiones culturales más emblemáticas de Brasil. Surgió en la época colonial, con raíces profundas en el estado de Maranhão, y mezcla teatro, danza, música y religiosidad en una celebración popular que atraviesa generaciones.
Más que una fiesta, el Bumba Meu Boi es un reflejo de la fusión de culturas que formaron Brasil: indígena, africana y europea. El resultado es un espectáculo único donde el Brasil profundo se expresa con voz, cuerpo y color.
La historia central gira en torno a Catirina, una mujer negra embarazada, y su compañero Pai Francisco, ambos trabajadores en una hacienda.
Un día, Catirina siente el deseo de comer la lengua del buey más preciado del patrón. Para complacerla, Francisco mata al animal. Cuando el dueño lo descubre, exige justicia y la resurrección del buey.
Entonces aparecen curanderos, chamanes, médicos y personajes cómicos que intentan revivirlo. Al final, el buey resucita milagrosamente y todos celebran al ritmo de tambores, danzas y cantos.
La narrativa, aunque simple, es rica en símbolos: deseo, culpa, redención, pero también crítica social, lucha de clases y sabiduría popular.
El Bumba Meu Boi se celebra principalmente en Maranhão, pero también en Piauí, Pará, Ceará, Amazonas y otros estados del Norte y Nordeste. Es parte esencial de las festividades juninas. Cada grupo tiene un “sotaque” (estilo musical y escénico), siendo los principales: Zabumba – tradicional, marcado por tambores fuertes, Matraca – más rítmico y seco, Orquestra – con instrumentos de viento y tono más formal, Pindaré y Costa de Mão – estilos regionales específico.El espectáculo involucra personajes como el amo (narrador), cazumbá (figura cómica enmascarada), vaqueiros, y el propio buey, decorado con telas bordadas y brillos. La creación es colectiva y comunitaria.
El Bumba Meu Boi fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Brasil por el IPHAN en 2011, y en 2019 recibió el título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. El Bumba Meu Boi no es solo una tradición: es un acto de resistencia cultural. Expresa la creatividad del pueblo brasileño frente a la opresión, y celebra la vida desde la memoria popular.