Karine Mageste, transforma la pintura en narrativa, explorando el pasado, el presente y el futuro como partes de una misma línea. Su trabajo lleva las nuances de la memoria, la identidad y la ciencia ficción, creando diarios visuales que se despliegan como capas de un proceso personal y artístico. La transición de género tuvo un papel esencial en su trayectoria, convirtiendo su arte en un espacio de investigación sobre la transformación y la autopercepción. Hablamos con la artista sobre sus inspiraciones, procesos y cómo su investigación se manifiesta en cada lienzo.
Karine explora las intersecciones temporales en sus obras, creando una narrativa que mezcla memorias, sentimientos y proyecciones. Para ella, al menos por ahora, la pintura es un diario emocional y reflexivo, una forma de organizar los pensamientos cotidianos y transformarlos en imágenes simbólicas.
MashUp: ¿Qué te atrae en esa intersección entre pasado, presente y futuro?
Karine Mageste: Yo veo el transcurrir de la vida en esa línea del tiempo, parece que estamos constantemente accediendo a cosas del pasado, a memorias y pensamientos del futuro, y eso influye mucho en el presente. Y ahí, en medio de esos pensamientos, surgen ideas muy fuertes, y pienso: “Wow, necesito registrar esto”. ¿Cómo construir una imagen a partir de eso? […] Ese paralelismo entre presente, futuro y pasado está muy unido en la formación de nuestro ser, en ese ser que elegimos ser cada día. Hoy nos levantamos con un humor, y pensamos “hoy voy a ser este ser”. Y entonces accedes a memorias del pasado y proyectas hacia el futuro.
Este flujo continuo de tiempo y memoria se refleja en la forma en que Karine construye sus composiciones, mezclando elementos nostálgicos con inspiraciones de ciencia ficción, un género que la fascina desde niña. “La ciencia ficción es un vehículo del cine que amo mucho… está muy presente en mi trabajo porque trata esa cuestión del futuro, del presente y del pasado.”
La autorrepresentación se volvió una parte esencial de sus obras. Inspirada en su experiencia personal y en referencias culturales, Karine se coloca como protagonista en sus cuadros, cuestionando estereotipos y explorando su identidad en constante transformación.
MashUp: ¿Cómo fue ese proceso de expresarte a través del arte durante tu transición de género?
Karine: Mi transición hizo que mi trabajo se convirtiera en una especie de diario, donde empecé a usar la forma, el color y la composición de la pintura para poder contar historias, historias de distintos períodos. Ya había empezado a desarrollar un dominio del color, un dominio de la forma, y podía expandirme hacia algo más, ¿sabes? Empecé a trabajar el fondo no solo como algo que sostenía la figura, sino como algo que también interactuaba con ella. Siempre trabajé mucho con figuras. Comencé a tratar el fondo y la figura de manera pictórica igual, con la misma importancia.
Antes, sus figuras eran planas, separadas del fondo. Hoy, fondo y figura interactúan de forma orgánica, reflejando la complejidad de su recorrido personal.
La serie Melancolías explora un escenario nostálgico con influencias de ciencia ficción. Inspirada en películas como Alien, Karine crea composiciones que mezclan melancolía y fantasía, reflejando sus memorias y emociones.
MashUp: En algunas de tus obras representas alienígenas. ¿Por qué?
Karine: Porque cuando vi Alien de niña, veía a Ripley y era una mujer con esas actitudes de teniente… Ella espera que se siga el protocolo y tiene una actitud que, en algunos casos, es autoritaria, algo que para un hombre es completamente normal en una película de 1979. Entonces, cuando era niña y vi esa película, una de las primeras cosas que me llamó la atención fue la protagonista y la historia en sí. Es una criatura del espacio cuyo único mecanismo es sobrevivir y proliferar. La forma en que la criatura se desarrolla y se multiplica es casi una violación, ¿sabes? La película está llena de alegorías, y yo fui analizándolas. En la época en que hice esa pintura, estaba saliendo con un chico y era una de las primeras experiencias que tenía después de la transición. Y me sentía muy confundida, no entendía nada. Realmente me sentía perdida en el pasillo de una nave espacial, huyendo de una criatura.
El extraterrestre se convierte, entonces, en una metáfora de sus experiencias personales. Esta exploración va más allá del tema de la ciencia ficción, revelando un juego simbólico entre lo real y lo imaginario, donde pasado y futuro se cruzan en un mismo plano narrativo.
A pesar de la estética futurista de algunas obras, Karine también explora sus raíces culturales en la serie Morada dos Afetos (Morada de los Afectos). Con un enfoque nostálgico y emocional, la serie celebra memorias familiares y conexiones afectivas. “Morada dos Afetos está dividida en cuatro partes: la primera fue una serie de nubes, la segunda de nebulosas, y luego se va desdoblando con mi madre, yo y mi perro…”
Esta pluralidad temática refleja la versatilidad de Karine para navegar entre la ciencia ficción, la nostalgia y los afectos familiares, creando una narrativa emocional. Siempre en búsqueda de expresión, también explora otros formatos además del collage y la pintura; actualmente investiga la posibilidad de incluir bisagras en sus lienzos, inspirada por la estética de los libros pop-up.
MashUp: ¿Qué te llevó a explorar bisagras en los lienzos?
Karine: “Siempre he investigado mucho el pop-up y me ha gustado mucho hacerlo. El pop-up tiene algo del papel, ¿no? La facilidad del papel, el papel se dobla, se pega. Yo siempre hacía mucho eso en acuarela. Pero luego tuve muchas ganas de hacerlo también en óleo. Para investigar esta posibilidad de algo que se dobla, puse bisagras en los lienzos.”
El arte no es solo una forma de expresión, sino una manera de existir en el mundo. Sus pinturas son registros de su viaje personal, reflexiones sobre el tiempo, la identidad y la transformación. En sus obras, pasado, presente y futuro se encuentran, creando un espacio de reflexión y conexión emocional. Su arte es una investigación constante sobre lo que significa existir y transformarse, explorando identidades, afectos y memorias con delicadeza y profundidad.